“El altruismo es, quizás, la capacidad más alta del ser humano” – Álvaro Gómez, Capítulo del Podcast Buscadores de Sentido 626.
¡IMPORTANTE! Si prefieres ver que leer al final del post tienes un video en el que cuento el proyecto
Dejadme que os cuente una historia. Comenzó no hace mucho, así que de momento solo tiene origen. El presente, el transcurrir, lo estoy haciendo con el protagonista de la historia. El futuro, el final -que ojalá sea feliz-, lo haremos entre muchos más. Aunque estamos apenas en los comienzos ya es una historia larga, por lo que os pido comprensión, paciencia,… que lleguéis hasta el final aunque no sea de golpe. Y una vez que hayáis llegado, ya me diréis.
La historia se llama Proyecto Destiny. Os anticipo que es un proyecto solidario, aunque no al uso; que es mi nuevo proyecto y, quizás, mi proyecto vital, el que va a marcar con más profundidad mi paso por esta vida.
Y si sigues leyendo, quizá sea un proyecto que te deje huella.
Os cuento un poco sobre mí en lo que a esto concierne. No puedo decir que haya sido, a lo largo de mi vida, una persona solidaria. Tampoco lo contrario; digamos que era “normal”, como la mayor parte de nosotros. Hay cosas que nos mueven a la bondad, al altruismo, cosas que nos gustaría que cambiasen… Pero en general hacemos poco por cambiarlas.
No fue hasta 2017, gracias a este retiro Vipassana, cuando descubrí lo que es estar consciente: hasta entonces mi vida había transcurrido, 37 años en piloto automático, pensando en mí, en mi entorno, en cómo pasarlo mejor, en cómo hacer mi vida más agradable para mí y para los míos.
Pero ya antes de esa experiencia tenía una cierta conciencia de que quería cambiar algo, no sabía qué ni cómo. Participaba tímidamente en algunas iniciativas. Pero fue aquel evento, sin duda, lo que removió algo dentro de mí.
En 2019 me planteé el mayor reto de mi vida; muchos de vosotros ya lo conocéis. Consistió en cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar apoyando a una causa solidaria para la que conseguimos recaudar más de 13.000€ para los niños con leucemia. Fue un reto maravilloso en lo deportivo y como experiencia vital; y el hecho de que causara –así me pareció- un impacto tan grande en otras personas, removió, de nuevo, algo dentro de mí.
No era el primer acto personal y solidario en el que participaba. Podéis ver aquí lo que hicimos con Reforesta; aquí, con la noche sin hogar; aquí con Cris Contra el Cáncer… Pero sin duda, lo del Estrecho fue lo más grande.
Desde hace tiempo, una de mis reflexiones matinales (tengo algunos mantras más que me repito cada mañana) es ¿cómo puedo ayudar hoy a que el mundo sea mejor? Y fue gracias a esta insistencia como llegó a mí esta historia que os quiero relatar: el Proyecto Destiny.
Esta historia no va de mí, que ya me conocéis; va de otro, al que me gustaría que conocierais por mí. Va de Destiny, pues ese nombre, el mismo nombre de la historia, es el de su protagonista: Destiny.
Él se llama Destiny y en esta foto os lo presento.
Hasta aquí he hablado de mí. A partir de aquí hablaré de él. Nos conocemos desde hace aproximadamente 5 años. Él trabaja en el supermercado donde suelo comprar. Su trabajo consiste en:
Es un trabajador nato. No falta un solo día, excepto el domingo ya que es muy devoto de su parroquia y además es uno de los cantantes de su coro. El resto de los días es el primero en llegar y último en irse. Se toma muy en serio su trabajo. Les cuento dos ejemplos:
También hace trabajos esporádicos; en Navidades, por ejemplo, trabaja de Rey Mago, no hace falta decir de cual.
Desde que nos conocemos, nuestra relación ha crecido de forma muy gradual: al principio ni nos saludábamos; luego, de vez en cuando, le daba algunos euros que me sobraban (cuando me sobraban y me apetecía); después se fue convirtiendo en algo habitual hasta el punto que yo no salía de casa “sin lo de Destiny”; más adelante vinieron los “¿te apetece algo de comer?”. Estos pequeños detalles se complementaban con buenos aguinaldos en Navidad y, conforme iba creciendo esta relación, también le iba conociendo un poco más.
En casa hubo un momento en el que nos dimos cuenta de que “sobraban algunas cosas”. Yo tenía cajas de ropa en el trastero que ni donaba, ni tiraba, ni vendía, porque estaba nueva; y ahí quedaba, pudriéndose año tras año. Sucedió también que, como en casa vemos poco la televisión, pusimos en su lugar una pecera (le encantan a Eric) y mantuvimos unos meses la tele en el suelo, en medio del salón. Nos daba pereza subirla a Wallapop para las cuatro perras que nos iban a dar. Entonces se me encendió la bombilla ¿por qué no le doy todo esto, que no usamos, a Destiny? Me surgieron algunas:
Me quité las dudas de la cabeza y metí a Destiny en su lugar.
Destiny hizo buen uso de la ropa: la que no iba a usar la envió a su país. La televisión le encantó.; me decía: ¡tiene incluso TDT Incorporado!
Podréis suponer que él no tiene coche y llevar todo ese cargamento a su casa hubiese sido tarea difícil, aunque seguro que se las hubiese ingeniado. Decidí llevarle a su casa.
En ese trayecto de Las Rozas a San Cristóbal de Los Ángeles, donde él vive, Destiny dejó de ser “el pobre de Carrefour” y paso a ser Destiny, una persona. Es duro decir esto y casi siento vergüenza pero, (y esto también lo tomo de Álvaro Gómez, el autor de la cita que encabeza)
“vemos a las personas como «no ‘humanas’ hasta que las tenemos cerca”.
Ese viaje, de nuevo, removió algo en mí. No os podéis imaginar lo mucho que aprendí en esos 35 minutos escasos.
Lo que cuento ocurrió quizás hace un año, tal vez algo más. Pero fue apenas hace un mes, en una de mis meditaciones Vipassana en grupo (las llamamos auto cursos) de 4 horas, cuando la idea de “Proyecto Destiny” se apoderó de mí. En lo que se refiere a meditación, el vipassana fue un fracaso: mi mente no paraba de crear, producir, imaginar, inventar, componer, ¡parir! el proyecto Destiny.
Pero entremos al trapo: ¿En qué consiste este proyecto?
La respuesta es sencilla: Quiero ayudarle, punto.
Pero… ¿Ayudarle a qué?:
Y… ¿Cómo voy a hacerlo?
Hace unos meses Destiny estaba solo; hoy, de momento, cuenta conmigo; tal vez mañana, dentro de un mes, dentro de un año, seamos muchos los que estemos ayudando a Destiny. Tal vez, en unos años, seamos muchos los que estemos ayudando a muchos otros Destinys.
¿Qué pasaría mañana si hoy muchos, cientos, miles, decidiéramos hacer algo potente como esto que estoy planteando, por alguien a quien no conozcamos y que sea diferente a nosotros? Piénsalo.
Le he llamado Proyecto Destiny porque creo que la mejor manera de que esto funcione es tomármelo como uno más de mis proyectos empresariales. Si estos han tenido éxito ¡este, seguro que también!
Me encuentro aún en una fase muy temprana. Hoy es 16 de enero de 2020, el plan lleva en mi cabeza desde mediados de diciembre de 2019 y no fue hasta el 1 de enero de 2020 cuando pedí permiso a Destiny para ayudarle; él aceptó.
¿El 1 de enero? ¿La noche de fin de año? Esperad, que sigo:
Más arriba os contaba que “un día habíamos quedado a las 8, llegué a las 7:45, le invité a irnos y me pidió que esperase un poco porque su jornada laboral no había terminado”.
Ese día, que era el 31 de diciembre, le había invitado a compartir la cena de fin de año con mi familia, a quienes había hablado del Proyecto Destiny, y de su involucración, unas semanas antes (luego os cuento cómo será esta involucración). Quería que conocieran a Destiny de verdad, no solo de oídas.
Ya en casa, nosotros preparamos pavo, él preparó un plato que no recuerdo el nombre pero sonaba como “aserejé”, hecho con pato y una patata gigante de medio metro llamada yam (yuca, pero jamás vi una yuca de ese tamaño).
Lo pasamos en grande y aprendimos muchísimo de él ¿podéis creeros que en 15 años jamás había tomado las uvas en fin de año? Cuando le llevé a su casa fue cuando le ofrecí mi ayuda que, como os he comentado, aceptó.
Perdonad este inciso, continúo con “en qué fase estoy”. Para mí los pasos iniciales son:
Y para ello estoy trabajando en lo siguiente:
Destiny habla Inglés, Francés, 14 dialectos africanos y el español que ha aprendido en los 10 años que lleva en España. Lamentablemente, su nivel no es altísimo; “un negro”, que pide en el Carrefour, que trabaja de sol a sol y que se mueve principalmente con compatriotas suyos tiene pocas ocasiones de practicar el idioma.
¿Cómo vamos a tratar de solucionarlo?
Por un lado, y esta es la manera en la que se va involucrar mi familia, cada uno de nosotros vamos a hablar con Destiny en español. En principio un día a la semana cada uno. Empiezo yo este sábado 18 de enero de 2020, fecha en la que he quedado con él para entender su situación en mayor profundidad. Habitualmente hablamos en Inglés pero en adelante toda nuestra comunicación será en Español, lo transcribiremos y se tendrá que estudiar nuestra conversación, diccionario en mano.
Esta será parte de la involucración de mi familia, que les pedí a través de mi carta a Los Reyes, a ellos dirigida: “quiero que me ayudéis con `Proyecto Destiny’ enseñándole español”. Ahora pienso que fue un regalo para todos: nosotros aprendemos de una vida llena de retos y el aprende algo de nuestra vida y, sobre todo, el idioma.
Además, tuve la suerte de que también me cayó una bata, dos entradas para el concierto de Jose Luis Perales y el libro Meditaciones de Marco Aurelio. Analizándolo el otro día pensé ¡son regalos de viejo! Pero, por un lado, nunca me he sentido tan joven; y por otro creo que nunca me hicieron tanta ilusión mis regalos de reyes, los cuatro.
Por otro, la guapísima, simpatiquísima, emprededorísima y solidaridísima Araceli de SpanEasy Learning, se ha ofrecido a aportar su grano de arena con lo que ella y su equipo más saben: enseñar español.
Y por otro, voy a regalarle algún libro en español, para que vaya poco a poco comprendiendo la lectura, además de un cuaderno y rotus para que vaya escribiendo algo sobre su vida y al tiempo practicando, poco a poco, la escritura.
De momento, y siendo realista, solo pretendo conseguir dinero para que pueda ver a su familia puesto que de momento él, ahora, “sobrevive”. Y esto no es ahora mi prioridad (aunque todo es bienvenido). Mi principal objetivo es que encuentre un trabajo que le ayude a ser autosuficiente, que le haga sentirse digno y que le ayude a ser dueño de su propia vida. Como dice el proverbio chino “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.
Ahora estoy en la fase de conocer:
Él y yo hemos hablado superficialmente del asunto pero yo, que soy muy “exceliano”, necesito ponerlo en una hoja de cálculo y hacer un plan económico y financiero.
Y ya, después de relatado lo principal, entro en el objetivo directo de este mensaje:
¿CÓMO PUEDES AYUDAR?
¿Cómo puedes ayudar? Si tienes voz en medios, en redes sociales, o en tus círculos ¡dímelo! Y te incluyo en el plan.
Como ya he comentado, por el momento no estoy aceptando dinero excepto en lo necesario, ya apalabrado en parte o en vías de serlo, para que pueda visitar a su familia. Por un lado no sé cuánto vamos a necesitar; por otro, quiero ser muy transparente en este sentido y para ello necesito tener claro exactamente a qué va destinado cada euro que consiga. Finalmente, quiero que sea todo legal y transparente e intuyo que necesitaré una ONG, asociación o fundación que intermedie en este sentido.
A este respecto tengo varias personas que me pueden asesorar y que tengo a tiro de piedra, por lo que no necesito ayuda, aunque, si quieres ayudarme, todo es bienvenido.
Como he comentado, ya tengo algunos fondos apalabrados:
En esta área de necesidades y consejos, debo agradecer a Eduard (Capitán Pasión), un “experto” en este campo ya que lleva años ayudando a los Saharauis, quien no tardo ni 5 minutos en ponerse a mi disposición para lo que pudiera necesitar.
Destiny me dice que puede trabajar en cualquier cosa:
Aquí es donde más ayuda necesitamos. Si tienes una empresa o tienes un amigo, socio, partner, familiar que la tenga, y crees que pudiera encajar ¡no dejes de decírmelo aunque dudes! ¡No dejes de contarle esta historia a quien creas que pueda encajar!
¿Cómo puedes ayudar? ¡Mucho y en cualquiera de las áreas! No sé nada del tema y tengo mucho camino por recorrer, así que cualquier pista es bienvenida.
Tengo mucho trabajo y no me puedo permitir dedicar todo el tiempo que quisiera, pero ya tengo una mano muy potente, de nuevo mi padre, con mucho tiempo y ganas de ayudar. Ya me echará una mano a mover toda esta parte.
OTRAS IDEAS
Tengo muchas, ¡muchas!, ideas; aquí van algunas:
¿Cómo puedes ayudar? ¡Mucho! Cualquier idea es bienvenida, sea desarrollando las mías, sea aportando nuevas.
Voy a seguir informando de las siguientes maneras:
Antes de terminar quiero decir que espero no solo que este proyecto consiga sus objetivos, sino que mueva conciencias. Y que cuando termines de leer esta última frase pienses y entiendas que tú puedes hacer algo, por Destiny o por cualquiera.
Para finalizar, te dejo un pantallazo de una conversación que tuve con un cliente y amigo y te hago una pregunta: y tu ¿qué quieres ser?
Este Fitur era el primero en el que montaba stand y decidí contar con Destiny para que me ayudara con esta aventura. Resultados:
Afortunadamente la gente de acción contra el hambre le está ayudando. Yo también estoy pendiente de el y le llevo dinero y comida.
En plena crisis (el 7/4) hice este video en el que contaba todo el proyecto hasta la fecha)
Ayudas durante el COVID 19
8/6/20
Destiny lo está pasando muy mal, ha llegado a una situación en la que no puede pagar su piso pero…
2/7/20
Acción contra el hambre nos está ayudando en toda la gestión en por conseguir beneficiar a Destiny de la renta mínima que ha impulsado el gobierno.
¡Seguiremos informando!
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