Emprendedor: así es como debes ver tu viaje

Estimad@ Emprendedor/a, 

Este post no es más que una breve reflexión sobre nuestra vida: la del emprendedor. 

Como ya te he comentado en alguna ocasión es cuando hago deporte en el momento en el que más capacidad de reflexión tengo (tendrá que ver con esto que te contaba en su día sobre el flujo de sangre).  

Estaba yo este verano recorriendo Menorca en bici (una de las rutas más duras que he hecho por cierto) y, haciendo uso de la aplicación Wikiloc, observé el mapa que podéis ver a continuación y en seguida establecí una relación entre la imagen que veis y cómo pienso que debe ver su vida une emprendedor.  Os dejo que veáis la imagen y a continuación os explico un poco más la similitud entre esta y la vida del emprendedor:

En naranja el pasado

No debemos olvidarlo: ni lo bueno, ni lo malo. Lo primero te ayudará a entender que las decisiones que estás tomando son acertadas. Lo segundo te hará fuerte y precavido y te ayudará en el futuro a tomar mejores decisiones. Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y estoy seguro de que quienes más repiten son aquellos que no tienen en mente lo que les llevó a tropezar en la primera.  

En azul el presente

el azul es un color que, desde mi punto de vista, da energía y vitalidad: el mar, el cielo y cosas tan asociadas a la libertad se pintan de color azul.

Debemos siempre tratar de ver el lado positivo de las cosas. Un día mi hermano mayor, en un momento bajo de mi vida me dijo aquello que estoy seguro que ya habéis escuchado en alguna ocasión de ‘si lloras por que se ha ido el sol las lágrimas no te dejarán ver las estrellas`, desde entonces aplico esto a diario.

El día que no veas un resquicio de color azul en tu vida párate, piensa, pide ayuda y haz lo posible para encontrar esa luz. En caso contrario todo lo que hagas caerá en saco roto: no lo estarás disfrutando, no lo estarás viviendo, no te lo estarás creyendo, simplemente estarás haciendo por hacer. 

En verde el futuro

El color de la esperanza ¿no lo llaman así? Cualquier cosa se puede ver desde diferentes puntos de vista: madrugar lo puedes ver como un suplicio o como un reto, comenzar un proyecto lo puedes ver como un camino largo y tedioso o como un viaje lleno de emociones: busca el verde y desecha el marrón. 

Y el objetivo

¿Quién no va a pedalear 20 kilómetros más para ver en vivo lo que se aprecia desde el satélite de la imagen? Si no pintas bonito tu objetivo te dará más pereza llegar hasta él. 

Una vez llegues a tu objetivo debes pararte, disfrutar de él, enorgullecerte, sentirlo y vivirlo pero no te conformes. Tras ese micro objetivo la vida sigue hacia uno nuevo. No debemos conformarnos con haber conseguido uno ¡siempre hacia adelante! 

Un truco…

Escribe un diario en el que anotes cada día aquellos aspectos que consideras importantes en tu vida: familia, amigos, amor, trabajo, vicios que quieres superar… si a diario, antes de empezar con tu jornada laboral, meditas sobre en qué situación estás con respecto a cada una de esas materias, qué has hecho el día anterior y qué planes tienes de futuro irás dejando esa linea naranja, verás tu puntu azul, trazarás tu camino verde y cada vez estarás más cerca de tus objetivos.